Un liderazgo transformador será fundamental para la recuperación del turismo

Gerente General y CEO en LHH Colombia

El turismo, el transporte aéreo y el entretenimiento fueron los sectores económicos que sufrieron el primer impacto de la pandemia que declaró la OMS como consecuencia del Covid 19 y también serán, al decir de varios expertos, los que más tardarán en recuperarse y regresar a los niveles de productividad y rentabilidad del año 2019. Esta afirmación que venimos escuchando hace más de cinco meses, fue corroborada por el DANE, con la reciente publicación de las cifras del PIB que indican que la actividad económica del sector de turismo se desplomó 66.6% en el segundo trimestre del año.

Aunque la principal consecuencia de la estrepitosa caída ha sido la pérdida de un número significativo de empleos en hoteles y restaurantes, la innovación y la creatividad de muchos empresarios del sector han sido esenciales para evitar el cierre definitivo de muchos establecimientos dedicados a esta actividad. Para atender la limitada demanda de habitaciones, los hoteles se han concentrado primordialmente en la implementación de medidas de bioseguridad indispensables para garantizar el bienestar de empleados y huéspedes, lo cual garantiza la operatividad de hoy, pero no necesariamente la sostenibilidad futura.

Sin desconocer la imperiosa necesidad de diseñar e implementar tanto las medidas de bioseguridad, como una adecuada estrategia de costos y gastos, es el momento de prepararse para la reactivación desde otras perspectivas del negocio, como la disponibilidad de talento, las habilidades de liderazgo requeridas y el clima organizacional propicio para operar con éxito en la nueva realidad. En este sentido resulta conveniente identificar las competencias que deben madurar los empleados hoteleros en el entorno post pandemia, y fomentar su desarrollo desde hoy mismo. En materia de habilidades de liderazgo conviene tomar conciencia de que, en el nuevo entorno de negocios, es necesario contar con líderes más empáticos, más humildes y resilientes que puedan imaginar el futuro, navegar la ambigüedad y acelerar el rendimiento.

El desarrollo de nuevas competencias y habilidades de los líderes y de la fuerza de trabajo debe ser vista en el contexto de un clima organizacional donde las personas se sientan partícipes del negocio, se promueva el aprendizaje y la contribución celebrando los logros y aprendiendo de los desaciertos y se logre desafiar la situación imperante en beneficio de la innovación.